En el ámbito industrial, el mantenimiento es quehacer cotidiano y necesario.
Bajo esta perspectiva, nos es posible definir a las auditorías de mantenimiento como actividades de inspección necesarias.
Estas se encuentran encaminadas a evaluar las acciones pertinentes para el cuidado de maquinarias y herramientas en un lugar de trabajo establecido.
Auditar el mantenimiento en instalaciones industriales es primordial para poder garantizar el correcto funcionamiento de estas.
De nada sirve tener un plan de trabajo muy bien diseñado si este no se aplica adecuadamente.
Peor aún es que, en algunas ocasiones, dicho plan no esté adecuadamente implementado.
Estas situaciones justifican el tener que recurrir a estos métodos que regulen la forma en que se proporciona mantenimiento a los equipos y procesos de trabajo.
Existen en total tres tipos de auditorías que pueden practicarse dentro de una instalación industrial.
Cada una presenta ventajas y desventajas. Para determinar cuál es la más idónea, es necesario conocer el tipo de lugar de trabajo donde van a implementarse.
Las tres clases de auditorías son las siguientes:
A continuación, detallaremos cada uno de estos tres métodos.
Principalmente, el objetivo de este tipo de auditoría es localizar áreas de oportunidad en los planes de mantenimiento ya establecidos.
Las actividades efectuadas con este método están encaminadas a proponer mejoras dentro de la manera en que se organiza el sistema de mantenimiento en cuestión.
El análisis suele ser tan meticuloso, que no solo se detectan y proponen mejorar las ineficiencias, sino que también se establecen plazos para lograrlo.
La auditoría de gestión de mantenimiento se basa en los siguientes puntos:
Esta metodología sirve para diagnosticar el estado actual en que se encuentra una instalación determinada.
Además, este procedimiento permite determinar con precisión aquellos puntos donde hay o podría haber una falla.
De forma general, las ventajas de este método son:
Los indicadores KPI (Key Performance Indicators) son variables que estiman el rendimiento clave de los equipos en una instalación industrial.
Este método de control es ideal para sintetizar la información general sobre el rendimiento y la productividad de las acciones de mantenimiento.
Presenta las siguientes ventajas:
La única desventaja que esta metodología presenta es que, para su implementación, es necesario conocer ampliamente el lugar donde se aplicarán.
Esto obedece a que el éxito o fracaso de este procedimiento radica en la determinación de las variables a medir.
Estas solo podrán ser delimitadas por alguien que conozca las condiciones del lugar a donde se llevarán a cabo.
Llevar a cabo estas medidas dentro de cualquier planta garantiza la eliminación de muchos problemas y el ahorro de grandes cantidades de dinero y recursos.
Podemos enlistar, a continuación, algunos problemas que se resuelven gracias a la implementación de estas medidas:
Finalmente, es necesario recalcar que hacer las debidas auditorías de mantenimiento presenta un buen número de situaciones ventajosas en cualquier industria donde se apliquen.
Mencionamos a continuación esas ventajas:
Como es de observarse, merece la pena tomarse un buen tiempo para ejecutar estas medidas en la implementación de todo plan de mantenimiento industrial.
Su puesta en marcha requiere un estudio hecho por profesionales y la inversión de capital. A pesar de esto, los beneficios hacen muy rentable dicha inversión.